sábado, 25 de diciembre de 2010

Querido Santa Claus...


¡¡¡Quiero ser una zorra!!!
Sí, eso es lo que quiero este año.

Y es que el otro día vi a una de cerca en plena acción. Voy a describir cuál fue mi percepción y el por qué de mi (extraña) petición.

Resulta que hace unos días fui a desayunar con mi súper guapo y en la mesa de junto había una pareja normal: platicaban, desayunaban, se hacían "arrumacos" y siempre se colaba cada dos o tres frases el típico "Mi Amor".
El hombre era bastante normal, moreno, guapetón... ella tenía el pelo rubio y rizado hasta la cintura, una blusa sin espalda, unos jeans que más que habérselos puesto, se los dibujo esa mañana y botas negras arriba de la rodilla. Digamos que era como la joyería de fantasía: bonita pero corriente, de muy buen cuerpo pero con cara de 2+2=5... bruta, bruta pero eso sí, de tonta no tenía un pelo.

Pues en el transcurso del desayuno, el celular de ella sonó en más de una ocasión pero (después de ver quién le estaba llamando) lo volvía a guardar en la bolsa sin contestarlo.
Después de un rato, el hombre se levantó al baño y mientras ella pedía un "muffin de cereza, please" empezó a marcar su teléfono. Obviamente sólo escuche su parte del diálogo, que fue algo así:
-Hola mi Cielo, cómo estás?? No sabes qué rico estamos desayunando... estábamos tan entradas en el chisme que no escuché tus llamadas... sí mi Amor, ahorita Pao se levantó al baño pero ya casi nos vamos... ajá, sí!! ahorita me estoy comiendo un muffin bien rico...

En eso llegó su acompañante, yo aquí empecé a sufrir un poco pero ella ni se inmutó, al contrario: le agarró la mano, le cerro el ojo y siguió hablando por su celular:
-Ya luego te cuento, te mando un beso... yo también te amo mucho... Bye!

El acompañante le preguntó quién era, ella le contestó con cara de flojera un escueto: "Ash, si ya sabes para qué preguntas? (aventó el teléfono en la bolsa y siguió) ...mejor, pídeme un capuccino, no mi Amorcito?" y mientras le sobaba la mano, ¡¡el bruto le pedía el dichoso café al mesero"

A los 5 ó 10 minutos los dos salieron: él, abrazándola con cara de bruto-enamorado... ella, abriendo su bolsa para sacar (con cara de fastidio) un gloss para los labios y (otra vez) su celular.
La verdad no sé qué pensar de estas mujeres (llamémoslas zorras, bitches, como quieran) porque la verdad es que se la pasan bomba, no se clavan, salen con quien quieren (porque más de uno anda como perro detrás de ellas) y son princesas: las llevan a donde se les antoja, les cumplen TOOOOOOOOODOS los caprichos, las apapachan en todo momento y basta con que ellas apenas piensen en lo que quieren para que el bruto-enamorado en turno se los conceda (a los no-brutos-enamorados-comunes-y-corrientes hay que pedirles de manera constante: "vamos a bailar, vamos a salir, vamos..., vamos..., vamos..." y esto, muchas veces, sin obtener la respuesta deseada) con las zorras es al revés, ellos ruegan y ellas lo tienen que pensar.

Puede ser que a ellas no las tomen muy en serio, que sea algo pasajero, que tenga caducidad, etc, etc... pero conozco a mujeres con relaciones de pareja (ya sean noviazgos o matrimonios) a las cuales, al final del día no las tomaron en serio pero TAMPOCO LAS TRATARON COMO PRINCESAS (aunque ellas se portaran como tales)

¿Qué será? ¿...la actitud que tienen las bitches?, ¿...que el hombre quiere lo que no le pertenece?, ¿...el saber que de hecho está relación está condenada a durar poco... y por eso se disfruta más... o mejor? Ni siquiera voy a ponerme a pensar en quién utiliza a quién, sólo diré que aquí cada quien tenía lo que quería y todos parecían felices...
Pero, ¡qué triste!, ¿no?

viernes, 12 de noviembre de 2010

Te


J.J. - "...ya sé, ya sé, dilo: no tomo café. ¿Vas a querer te?"
R - "Claro que sí mi Amor, siempre voy a querer-te..."

Y otra vez, se siente como al principio :)

miércoles, 1 de septiembre de 2010

RECETA PARA NO PERDER LA ESPERANZA

1. Utilizar todo lo que esté a mano

2. Hacer dos maletas: una para meter todo lo que queremos llevar, otra para lo demás (sólo nos llevamos la primera)

3. En momentos de flaquezas, se recomiendan los suspiros (...hacen cosquillas en la lengua)

4. Llevar una botella de agua y un bocadillo en el que se puede untar un poco de fe (está muy rica y no pesa)

5. Volver a dormir a casa... y comenzar de nuevo al día siguiente

sábado, 21 de agosto de 2010

Rox... y el ratón de los dientes

Roxana era una niña de unos 7 u 8 años y, como los niños de esa edad, se emocionaba al pensar en Los Santos Reyes, en el Niños Dios y en el ratón de los dientes.
Era tanta la emoción de la niña que, la noche anterior a la llegada de cualquiera de estos personajes, Roxana no podía dormir y se quedada esperando que llegara la mañana siguiente mientras sentía mariposas que le volaban y le revoloteaban en la barriga.

El siguiente es un hecho por todos conocido: los niños no deben ver ni a Santa Claus, ni al Niño Dios, ni a los Santos Reyes (mi papá siempre me lo decía cuando era niña... y mi papá siempre dice la verdad: Si ellos te ven despierta se van, y se llevan TODOS tus juguetes)
Pues la emoción, aunada a las ganas de levantarse y saber que no podía hacerlo, era lo que provocaban el insomnio en la niña...
Resultó que un día Rox perdió un diente y llevó a cabo la misma rutina de siempre: ella le mostraba el diente a su papá y juntos lo guardaban en el cajón "seguro" del escritorio (el cajón seguro estaba bajo llave y era ahí en donde papá guardaba todas sus cosas importantes) al otro día, el ratón habría dejado un premio a cambio de tan valiosa posesión.
A la mañana siguiente papá e hija fueron muy temprano a buscar el esperado premio. De pronto, cuando abrieron el cajón saltó de entre los papeles un ratón. Apenas lo había visto el papá de la niña cuando ya estaba buscando la mejor manera de aplastarlo de un pisotón...

"PAPÁ, NO LO MATES, ¿NO LO VES?... ¡¡ES EL RATÓN DE LOS DIENTES!!"

Ante esta petición tan lógica por parte de la niña era evidente que papá no podía matar a tan importante y conocido roedor. En segundos el ratón corrió con toda su alma, salió por la puerta y se perdió en el jardín.

"¡Adiós ratón, adiós! (decía Roxana) ...y gracias por mis chocolates"

martes, 27 de julio de 2010

Me quiere, no me quiere...

Me quiere...

  • cuando sonríe
  • cuando adivina
  • cuando sorprende.

No me quiere...

  • cuando calla,
  • cuando ignora,
  • cuando deja de escuchar.

Me quiere...

  • cuando me mira
  • cuando me habla
  • cuando me besa.

No me quiere...

  • cuando ronco
  • cuando cierra la puerta
  • cuando tengo los pies fríos

Me quiere...

  • cuando le hago cosquillas con las pestañas
  • cuando bebo un sorbo de su café
  • cuando me doblo a carcajadas

No me quiere...

  • cuando miente
  • cuando me teme
  • cuando se esconde.

Me quiere...

  • cuando me consiente
  • cuando me consuela
  • cuando me sabe pequeña

No me quiere...

  • cuando no me abraza
  • cuando no se entera
  • cuando no es Juan...

¿Me quiere?

¿No me quiere?

...

Me quiere...

No me quiere...

...


¡ME QUIERE!

jueves, 22 de julio de 2010

Acto de magia

Sólo quisiera
que tu sonrisa desapareciera de mi mente...
y apareciera en mi cama.


martes, 13 de julio de 2010

Baile de ilusiones


"El que tenga un amor, que lo cuide.
Y que mantenga la ilusión,
porque la vida es un baile de ilusiones...
y el que no baila, está muerto"
A.R.

martes, 6 de julio de 2010

Stones

Simon - "There it is. That's my life (showing a bunch of stones) I got this one on a beach in Bali. Best night's sleep I ever had"

Monty - "You remember one night of sleep?"

Simon - "Last one I had"

Monty -"What's that shiny white one?"

Simon - "A woman, the one... the true love (puts the bunch of stones back in the bag) Yep, each stone tells a story I want to remember. All I do is put them in my hand and rub them... and abracadabra, I' back there!"

Monty - "...tell me about the woman"

Simon - "I can't... I'm not holding the stone"



With honors 1994

martes, 8 de junio de 2010

Adiós mayo...

Mayo se fue... un mes que prometía muchos reencuentros y sorpresas y ¡vaya que las hubo! Después de AÑOS, los "Presuntos..." regresaron. Ellos crecieron, maduraron y (ups!) cambiaron de "novia". Ahora son un tanto distintos pero encontraron "su voz", creo que son más felices, más ellos y viví un reencuentro feliz.

Vino Macca... ¡¡VINO MACCA!! lo disfruté mucho más de lo que esperaba: canté, bailé y casi lloré en alguna canción (something hizo que la vida temblara en sentimientos) el concierto tuvo un millón de cosas y momentos inolvidables, uno de las mejores: mi papá y yo haciendo los coros de "Hey Jude".

Mayo fue maravilloso y soleado... sólo hubo algo que lo ensombreció: desgraciadamente fue algo muy triste, muy feo (muy todo) que yo venía arrastrando desde abril y llegó al límite cuando una noche me hizo perder el sueño y la paz. No sabía cómo manejarlo y no sabía cómo ponerle fin a ese dolor. Afortunadamente ya es algo que está perdonado y ha quedado en el olvido gracias a que un día, y sin quererlo, lo platiqué con mi amado (sí, amado) Champiñón. Ella me hizo un par de reflexiones y (como si fueran palabras mágicas) borraron cualquier posible remanente rezagado de rencor (cuanta "erre", ya lo sé, pero así se sintió). Es verdad que ella y yo siempre nos reímos, bromeamos mucho y tonteamos más... pero, cuando de hablar en serio se trata, me dice las cosas como son y yo la escucho (no sé qué tienes Champ pero a ti de verdad logro escucharte... y los veintes siempre me caen)

Tras dejar pasar esa sombra (que, como todo, tuvo su parte de luz pues fortaleció y aclaro muchos sentimientos) quiero mencionar un par de cosas más que me dejó el mes, las dos sencillas y maravillosas:

Fernanda - una enana de cuatro años inteligente, cachetona y valiente.
Un día entró una cucaracha a mi casa y ella se acercó a verla para asegurarse de que estuviera bien muerta después de que la pisó mi papá. Ella me agarró de la mano cuando yo no quise acercarme a ver al maldito-asqueroso bicho-infernal-rastrero del demonio (porque, debo hacer una confesión, a mi sí me dan miedo las cucas) Fer nunca me soltó la mano y me dijo: "no tengas miedo, sé valiente" ...yo sólo le dije: "Fer, eres lo máximo... cuando yo sea grande, quiero ser como tú". Después de decir lo anterior se acostó en el sillón (sí, así de chiquita es) y se durmió... un sol.


Mi cómplice sin miedo - de quien descubrí que duerme como Linus: abrazando una cobija. No sé... pero son estos rasgos de imperfección y de humanidad los que me recuerdan lo que es verdaderamente importante. Cuando pasan frente a mis ojos, sonrío y pienso: "lo demás, es lo de menos..."


domingo, 2 de mayo de 2010

Queda prohibido

Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber que hacer,
tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles solo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un ultimo suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos sin
alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen mas que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.



Pablito...


miércoles, 28 de abril de 2010

martes, 20 de abril de 2010

Un instante...

Hoy viví un instante muy similar a este y traté de capturarlo en mi mente. Por un momento pude tocar lo que la portada de este disco transmite, lo que me hace sentir.
Algo muy breve pero muy tangible para mí: un instante de pura y absoluta felicidad. Fue muy curioso y totalmente inesperado porque, en contraste, hace unos días pasé por uno de los peores instantes de mi vida. Algo muy duro, muy doloroso... muy fuerte para mí: un instante que parece no querer dejarme ser feliz, que por más que quiero, no puedo soltar. Un instante en el que me sentí traicionada e impotente y el lazo afectivo que creía tener desapareció por un momento. Literalmente sentí que todos los instantes, las risas, el amor y las promesas hechas en los últimos meses empezaban a flotar a mi alrededor y desaparecían, como burbujas de jabón que se iban reventando... luego, ya nada parecía ser verdad.
No sé qué va a pasar, la felicidad que estoy viviendo es verdadera, tangible y sé que lo que siente mi corazón es real... pero luego llega la lógica y me dicta algo distinto, me dice que la realidad es otra y yo no la quiero ver.

No sé qué creer,
no sé qué pensar,
no sé qué esperar...

La verdad pensaba hacer de esta entrada algo muy distinto... pero sin quererlo (y como muchas cosas) terminó así.
Ahora mismo, ya no sé si haya algo que no termine, que sea eterno: que sea "para siempre" ...ahora mismo, el amor parece algo que vive sólo "un instante".

jueves, 18 de marzo de 2010

"Lo peor del amor es cuando pasa..."

...dice el flaco, de ahí en fuera, nada malo le veo.
Bueno no, sí hay algo peor y es cuando llegan los recuerdos... y no podemos soltar.

El otro día, una gran amiga (y compañera de trabajo) platicaba conmigo. Ella piensa y piensa en un israelí... lo malo es que no puede dejar de pensarlo. "¿Por qué no lo puedo olvidar? ¡¡EXPLÍCAME!!" (hace una pausa y se queda con la mirada fija y enciende su cigarro). Luego, continúa diciendo: "lo nuestro pasó hace ya casi dos años... y no hay día en el que no me acuerde de él. Seguramente él está fresco como una lechuga, su vida siguió y ya ni se acordará... pero yo no puedo, lo pienso todos los días y me pongo triste al recordarlo."

Yo no sé qué decirle, ya no sé que decirle. No sé si él tendría que hablar con ella y dar por terminado algo que obviamente (al menos, para él) se acabó hace mucho tiempo, o si es ella quien tiene que ponerle punto final a las cosas sin necesidad de aclaraciones de nada, ni de nadie.
No sé, no sé por qué las mujeres son de una forma y los hombres... son de la forma que son. A veces siento que las mujeres quieren que los hombres lo expliquen todo, que aclaren las cosas, que llamen a cada cosa por su nombre.
Porque las mujeres no quieren imaginar, quieren saber, quieren estar seguras... quieren que ellos lo digan, ¡¡QUE LO DIGAN!! ¡¿Será mucho pedir?!
Lo malo de esto es que, cuando finalmente los hombres dicen: "se acabó", "no te quiero", "te confundiste", "vamos a ser amigos", las mujeres piensan en una o más de las siguientes posibles razones ocultas:

- bueno, el tiempo le hará cambiar de opinión...
- tiene miedo...
- está confundido...
- en el fondo sí me quiere pero... (alguna de las anteriores)
- está diciendo una cosa pero piensa otra...
- un día se dará cuenta de que en realidad está enamorado de mí y dejaré de ser su amiga... (variante de "el tiempo lo hará cambiar de opinión" para las que están/estuvieron/estarán enamoradas de un amigo)

Y al final de todos estos supositorios, las mujeres rematan con la idea fija en la cabeza de que seguramente ESE DÍA el hombre en cuestión les declarará su profundo e infinito amor. Siguiente paso, la mujer se pone en pausa y secretamente espera a que "ESE DÍA" llegué (mientras esa actitud de "pausa" no las deja vivir, además de que aleja a todos los demás hombres... sean o no posibles candidatos)
En el fondo, MUY en el fondo sé que "ese día" no llega y sé que todas lo sabemos... pero si lo sabemos ¿por qué no soltar?, ¿por qué es tan difícil?, ¿por qué las mujeres no perciben esa realidad que para los hombres parece ser tan evidente?.
No tengo una respuesta... es más, ni siquiera tengo una hipótesis. Lo único que creo es que las personas (en general) son, es decir, existen mientras las pensamos. Tal vez para olvidar, para soltar, no sea necesario saber qué piensa la otra persona, qué la orilla a pensar o a actuar de cierta manera, puede ser que sea suficiente con querer olvidar... es más, ni siquiera hay que hacérselo saber, basta con empezar a practicar poco a poco y soltar tantito cada día (o de jalón pero soltar al fin y al cabo).
Un día escuché... (la verdad no recuerdo en dónde, ya es muy tarde y tengo sueño... así que trataré de ser lo más clara posible) ...decía que, un día escuché algo así como que deberíamos recordar lo fácil que fue olvidar a ciertas personas: dimos vuelta a la página y al otro día casi no recordábamos ni los gestos, ni los gustos de ese "individuo fácil de olvidar". Es más, ni le extrañábamos y hasta nos sentíamos liberados... pues es ahí, JUSTO AHÍ cuando debemos agarrar bien fuerte ese recuerdo y entender que, así como fue de fácil para nosotros en algún momento, para alguien más (seguro) somos así de fáciles de olvidar.

Después de todo, TODOS LOS DÍAS la gente se levanta, respira y reinicia...


lunes, 15 de marzo de 2010

Siento dentro un grito que no puedo interpretar...

Pues Sanz regresó a México... después de casi 3 años, volvió.
En los conciertos del 2007 mi historia era otra (como siempre lo es, todos cambiamos) yo recuerdo aquellos conciertos como algo maravilloso porque en todos (a los que fui) canté, bailé y me emocioné mucho.
Esta vez las cosas eran un poco distintas. En unas semanas me voy a titular y obvio el examen cuesta (también las lecturas por parte de los sinodales y demás trámites) además de que tengo que cubrir otros gastos. Por lo anterior, asistir a uno de los conciertos de Sanz (al menos este año) no era una posibilidad.
Mi súper cómplice Champiñón me invitó a la rueda de prensa y vi a quien solía ser mi obsesión a unos 3 ó 4 metros de distancia. Se veía bien, delgado y sonriente... nada más.
Después vino la pregunta de mi Champito: "¿Y... para cuándo compro los boletos?" mi respuesta fue: "no en esta gira Champ, tengo muchos gastos", fin del tema.

Pasaron los días y la verdad (la mera y puritita verdad) yo no me sentía afligida por no asistir al concierto. Había días en los que veía la publicidad en la calle o en la tele y pensaba: "ah claro, Sanz está dando conciertos... ¿¿ya los habrá dado todos??", luego hacía cuentas, lo volvía a descartar y seguía como si nada.
Pero un día (el día del penúltimo concierto) J.J. llegó con una sorpresa: "Tengo 2 boletos para tí, para que vayas a ver a Sanz", me dijo. En un principio eran para mí y para mi Champo... pero ella OBVIO ya tenía boletos para ese día, así fue a J.J. a quien le tocó utilizar ese otro boleto. En ese momento a mí me dio mucha emoción... a él, no tanto.
El concierto estuvo bien: yo canté algunas canciones pero ya no me las sé todas, no estuve de pie todo el concierto, ya no me emocioné cuando cantó "aquello que me diste" y no me importó estar el la fila "S" (está por demás decir que tengo la absoluta certeza de que no me vio)
Sí me gustó... porque es Sanz, por sus canciones, porque estar ahí me trajo un millón de recuerdos, porque antes de él (qué ñoña me voy a escuchar) pero nunca NI PLATÓNICAMENTE me había enamorado, nunca había vivido tantas cosas, tantas risas, anécdotas, corretizas, llantos, "idas de pinta", confusiones, metidas de pata, tonterías... nunca le había dedicado tanto tiempo a algo que me gustara, nunca tanto de tantas cosas.

Hubo momentos en los que me quedé en la butaca, sentada... nada más viendo el concierto. A veces platicaba con J.J., le contaba de qué se trataban las canciones (porque él me lo dijo, y ahora lo entiendo, "no se entiende lo que canta") otras veces nos reíamos de los gritos (o las lágrimas) de otras fans... hasta tiempo hubo de jugar con el celular y tomar fotos del concierto, de mí en un intento de ser una fan decente y cantar de pie o de la barriga que se le desbordaba a una fan enloquecida, que berreó cada canción y tuvo la desgracia de sentarse atrás de nosotros (esto luego se me hizo un poco cruel, ahí me dio mucha risa... Papá Dios me castigará con una hija barrigona, lo sé)
Esta vez fue algo muy distinto tener un acompañante masculino sentado a mi lado... que no entendía por qué tantos gritos, que se tallaba los ojos cuando las luces le daban de frente, que bostezaba entre canción y canción, que no reconocía ni corazón partí'o... pero que cuando me veía feliz, sonreía.
Al final el concierto cumplió su cometido y sí fue una sorpresa, algo así como ver a un "amigo" al que no se veía desde hace mucho tiempo (un "amigo" con muchas "amigas" que pagan por ir a verlo y le gritan cuando canta, cuando baila y cuando toca la guitarra... pero amigo al fin y al cabo) y así como pasa con alguien a quien no hemos visto en mucho tiempo, sientes emoción, da gusto verlo, ver que él está bien y que tú también estás bien. Lo raro es darse cuenta de que (y no sé como "interpretarlo") pero después de ese tiempo de no verse, los dos han cambiado... ya no es lo mismo que antes y ya no hay tantas cosas en común.

lunes, 8 de marzo de 2010

La Princesa está triste...

La semana pasada la Princesa Aiko estaba triste. La razón era "acoso escolar", ella dejó de asistir al colegio porque ya tenía dolor de estómago y algo de ansiedad.
La semana que acaba de terminar también estuvo llena de ansiedad para mí, de adrenalina y de alguna desilusión.
A media semana tuve la esperada reunión con mis sinodales y, el día de hoy, mi tesis es un sinónimo de cambios y más cambios.
Bueno, no hay que cambiarlo todo... pero sí hay mucho que hacer, arreglar, mover, leer, estudiar, preguntar y trabajar a la voz de YA (si quiero titularme antes de la Princesa Aiko llegue al trono, por ejemplo).
Tuve también una interpretación en acapulco. Tanto el tema de la interpretación como el salir de las traducciones para hacer de este tipo de viajes algo más rutinario, me tenían muy emocionada pero toda esa emoción se convirtió en algo que yo no esperaba. El evento, desde el principio, estuvo mal organizado (por la agencia de interpretación, no por el cliente). La dirección del hotel estaba equivocada. No nos dieron los viáticos desde el principio y hubo miles de cambios a última hora. Además, los técnicos sentían que estaban a cargo del evento, de nosotras y de TODO lo que ocurriera en el hemisferio occidental, basicamente). Otro "detalle" fue que al no tener los textos hubo omisiones que al cliente no le gustaron. Desgraciadamente, una solicitud que inició como un: "quiero que mejore la calidad de la interpretación" derivó (por malos entendidos) en: "quiero cambio de intérpretes".
Es cierto que estos técnicos no tenían ni idea de cómo tratar a aquellos que caminamos erguidos, comemos con cubiertos y sabemos que 2+2 son 4... es más, un orangután hubiera tenido más tacto que ellos (y un aliento más fresco). Pero realmente no me ofendí, incluso cuando ellos mismos pidieron que la interpretación continuara (porque el cliente quería que siguieramos en el evento) tanto mi compañera como yo lo hicimos de manera impecable y me atrevo a decir que sin fallas.
Después, y por una confusión estúpida (es decir, por enseñarle a un intento de orangután cómo usar el nextel) ya venían en camino 4 intérpretes más y nosotras ya no teníamos ni habitación, ni textos, ni evento. Las cosas no terminaron tan mal para nosotras y aunque (repito) yo no me ofendí por el trato de los técnicos, sí minaron un poco mi seguridad como intérprete.
Afortunadamente, hoy tuve una interpretación con un francés maravilloso y muy simpático... es el fundador y presidente de una red social para profesionistas (http://www.viadeo.com/) y aunque fue una entrevista para radio y la cosa fue bastante sencilla, yo en un principio tenía miedo de volver a montarme en un caballo que hace unos días me había tirado. Al final, mi participación fue muy breve pero lo hice muy, muy bien, sin que la voz me temblara.
Sé que todos tenemos días malos pero en este caso yo me quedo con lo bueno, tomando nota de lo malo para que no vuelva a ocurrir y seguir haciendo lo que sé, lo que tanto me gusta y me hace feliz y hacerlo sin miedo.

Por cierto, la Princesa Aiko hoy ya regresó al colegio... y ya no tiene miedo.

domingo, 7 de febrero de 2010

Propósitos 2010

Mis propósitos para este año, no son muchos pero sí me hacen mucha ilusión. Son tres, son tangibles, dependen (en gran medida) de mí y ya están en el horno:

1.- Titularme

2.- Volver a Turín

3.- Cumplir 33 años


Claro que deseo muchas cosas más... pero a esas hay que darles tiempo, trabajar mucho para que sucedan pero también dejar que lleguen solitas, cuando tengan que llegar (y que me sorprendan porque, aunque yo diga lo contrario, sí me gustan las sorpresas) pero en estos 3 propósitos yo puedo, debo y quiero trabajar. Lograr estos tres puntos implica que debo trabajar en otros factores para que mis propósitos se materialicen.
Al final, vale la pena.

lunes, 18 de enero de 2010

Dale, dale, dale...

Fue hace unos días que, viendo alguna serie matutina, tocaron un tema interesante en el que no me había puesto a pensar hacía mucho: las piñatas.

En el caso de esta serie en específico no hablan de la tradición mexicana sino que se referían a las "novias piñata" y, lejos de lo que se pudiera pensar con este particular calificativo, hablaban de mujeres a las que golpean (obviamente en sentido figurado, pero si es en sentido real, peor aún!!) y a pesar de ser lastimadas y estar dolidas, dan lo mejor de sí.

Por eso, entre mis propósitos de año nuevo está el siguiente: no ser una mujer, hija, amiga, hermana, novia - piñata. Yo sí daré lo mejor de mí, pero sólo a cambio de lo mismo. No voy a abrirme y regalar sorpresas, tiempo, cariño, risas, etc., a cambio de uno o varios palos en la cabeza.

¡¡He dicho!!

Mis propósitos, próximamente...