jueves, 18 de marzo de 2010

"Lo peor del amor es cuando pasa..."

...dice el flaco, de ahí en fuera, nada malo le veo.
Bueno no, sí hay algo peor y es cuando llegan los recuerdos... y no podemos soltar.

El otro día, una gran amiga (y compañera de trabajo) platicaba conmigo. Ella piensa y piensa en un israelí... lo malo es que no puede dejar de pensarlo. "¿Por qué no lo puedo olvidar? ¡¡EXPLÍCAME!!" (hace una pausa y se queda con la mirada fija y enciende su cigarro). Luego, continúa diciendo: "lo nuestro pasó hace ya casi dos años... y no hay día en el que no me acuerde de él. Seguramente él está fresco como una lechuga, su vida siguió y ya ni se acordará... pero yo no puedo, lo pienso todos los días y me pongo triste al recordarlo."

Yo no sé qué decirle, ya no sé que decirle. No sé si él tendría que hablar con ella y dar por terminado algo que obviamente (al menos, para él) se acabó hace mucho tiempo, o si es ella quien tiene que ponerle punto final a las cosas sin necesidad de aclaraciones de nada, ni de nadie.
No sé, no sé por qué las mujeres son de una forma y los hombres... son de la forma que son. A veces siento que las mujeres quieren que los hombres lo expliquen todo, que aclaren las cosas, que llamen a cada cosa por su nombre.
Porque las mujeres no quieren imaginar, quieren saber, quieren estar seguras... quieren que ellos lo digan, ¡¡QUE LO DIGAN!! ¡¿Será mucho pedir?!
Lo malo de esto es que, cuando finalmente los hombres dicen: "se acabó", "no te quiero", "te confundiste", "vamos a ser amigos", las mujeres piensan en una o más de las siguientes posibles razones ocultas:

- bueno, el tiempo le hará cambiar de opinión...
- tiene miedo...
- está confundido...
- en el fondo sí me quiere pero... (alguna de las anteriores)
- está diciendo una cosa pero piensa otra...
- un día se dará cuenta de que en realidad está enamorado de mí y dejaré de ser su amiga... (variante de "el tiempo lo hará cambiar de opinión" para las que están/estuvieron/estarán enamoradas de un amigo)

Y al final de todos estos supositorios, las mujeres rematan con la idea fija en la cabeza de que seguramente ESE DÍA el hombre en cuestión les declarará su profundo e infinito amor. Siguiente paso, la mujer se pone en pausa y secretamente espera a que "ESE DÍA" llegué (mientras esa actitud de "pausa" no las deja vivir, además de que aleja a todos los demás hombres... sean o no posibles candidatos)
En el fondo, MUY en el fondo sé que "ese día" no llega y sé que todas lo sabemos... pero si lo sabemos ¿por qué no soltar?, ¿por qué es tan difícil?, ¿por qué las mujeres no perciben esa realidad que para los hombres parece ser tan evidente?.
No tengo una respuesta... es más, ni siquiera tengo una hipótesis. Lo único que creo es que las personas (en general) son, es decir, existen mientras las pensamos. Tal vez para olvidar, para soltar, no sea necesario saber qué piensa la otra persona, qué la orilla a pensar o a actuar de cierta manera, puede ser que sea suficiente con querer olvidar... es más, ni siquiera hay que hacérselo saber, basta con empezar a practicar poco a poco y soltar tantito cada día (o de jalón pero soltar al fin y al cabo).
Un día escuché... (la verdad no recuerdo en dónde, ya es muy tarde y tengo sueño... así que trataré de ser lo más clara posible) ...decía que, un día escuché algo así como que deberíamos recordar lo fácil que fue olvidar a ciertas personas: dimos vuelta a la página y al otro día casi no recordábamos ni los gestos, ni los gustos de ese "individuo fácil de olvidar". Es más, ni le extrañábamos y hasta nos sentíamos liberados... pues es ahí, JUSTO AHÍ cuando debemos agarrar bien fuerte ese recuerdo y entender que, así como fue de fácil para nosotros en algún momento, para alguien más (seguro) somos así de fáciles de olvidar.

Después de todo, TODOS LOS DÍAS la gente se levanta, respira y reinicia...


2 comentarios:

María Giuseppina dijo...

Me sentí identificada con este post... creo que yo podría ser del club de las atrapadas, pero ahora prefiero ser de las que dicen de frente "no, no me confundí, el confundido eras tú y sería bueno que aceptaras tu responsabilidad".

Gracias por el día que me explicaste que ser el premio de consolación tampoco vale la pena, a partir de ese día yo cerré y estoy contenta.

A las que no sueltan... creo que quizá es porque de repente aunque sea de esa forma que lastima, sigue siendo "bonito" tener a alguien en quien pensar...

RIP dijo...

Claro, todas en algún momento hemos estado en el "club de las atrapadas" (de hecho, yo en una época creí que era presidenta-fundadora :P) pero es verdad, muchas veces no son confusiones, muchas veces seguimos señales que son claras y luego les sigue un silencio o una pausa en tono de "bueno, siempre no..." y ni modo.
Champo, te quiero como no tienes idea y te extraño más... de cualquier manera disfruta de TU españa (de nadie más)