jueves, 21 de junio de 2007

Pasos de Gigante


Hay cosas en la vida que llegan sin que nos demos cuenta, sin que sepamos de dónde vienen ni por qué el Cielo se acordó de nosotros. Y empezamos a vivir el "instante" como si fuera lo más normal, perdiendo la capacidad de asombro y sin recordar qué pasaba en nuestra vida antes de tener ese regalo inesperado. Claro que, como el regalo es personal, el resto del mundo no lo entiende (y no tendría por qué...) las sorpresas así son.
Pero a veces pasa que ese regalo tiene caducidad y (como muchas cosas en la vida) se acaba. Es muy triste que las cosas se acaben: las fiestas, los días de vacaciones, el pan con mermelada y sobre todo el amor.
Tal ves, este último punto no se acabe del todo... solo cambia el "color" o el sentido del amor (y es que claro, la lista de personas a las que queremos debe de ir creciendo y no al contrario) pero siempre es difícil.

Este blog es para ti, para que sepas que eres (porque ERES) muy importante en mi vida. No llores, las cosas y la vida cambian, pero esto no. Vamos a crecer y, puede que a distanciarnos... porque así es la vida, pero siempre vamos a ser importantes para el otro.
TAPS

miércoles, 20 de junio de 2007

El instante mágico




Para mí es aún impresionante cómo a veces llegan cosas a nuestras manos en "el momento exacto, en el punto donde convergen los sueños" ...por así decirlo. Pero es más especial de quien vienen esas cosas, porque si es alguien querido, escuchamos con más atención.


Esta vez, fue mi tío (Captain Pipe) quien me dijo: "tienes que leer A orillas del río piedra me senté y llore, y me dices qué opinas..." y bueno, gracias a él, ahora tengo un amor nuevo en mi lista de libros favoritos, sobre todo porque me quedó como anillo al dedo y pongo a continuación las palabras de Paulo Coelho... que él sabe de estas cosas.

Es necesario correr riesgos. Sólo entendemos del todo el milagro de la vida cuando dejamos que suceda lo inesperado.
Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana. Pero quien presta atención a su día, descubre el instante mágico. Puede estar escondido en la hora en que metemos la llave en la puerta por la mañana, en el instante de silencio después del almuerzo, en las mil y una cosas que nos parecen iguales. Ese momento existe: un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.
La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista. El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños. Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones..., pero todo es pasajero, y no deja marcas. Y en el futuro podemos mirar hacía atrás con orgullo y fe.
¡Pobre del que tiene miedo de correr riesgos! Porque ése quizá no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, ni sufra como los que perseguimos sueños. Pero al mirar hacía atrás -porque siempre miramos hacia atrás- oirá que el corazón le dice: <<¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días? ¿Qué hiciste con los talentos que tu maestro te confió? Los enterraste en el fondo de una cueva, porque tenías miedo de perderlos. Entonces, ésta es tu herencia: La certeza de que has desperdiciado tu vida>>.
Pobre de quien escucha estas palabras. Porque entonces creerá en milagros , pero los instantes mágicos de su vida ya habrán pasado.


Creo que el sentimiento de tristeza y decepción que queda cuando apostamos todas nuestras canicas y las perdemos es muy fuerte pero no se compara con la felicidad que inunda al corazón sí al final del día podemos decir: "no importa, tomé el riesgo y no tuve miedo"





Torino & Tonino






Pues el día llegó: el sueño se cumplió, brinqué el charco... y llegué a Torino!!!
La verdad fue un viaje muy pensado y muy peleado entre otras cosas pero, también, fue algo de lo que no me hice muchas ideas en la cabeza y no llevaba un itinerario porque quería que tanto el lugar como los sucesos me sorprendieran y las expectativas en cuanto a esto se cumplieron, superaron cualquier buen augurio que yo haya recibido antes de subirme al avión.



No puedo describir lo que es Turín porque solo le restaría mérito a la gente, al aire, al río y al sol.
Solo puedo decir que cada veinte pasos (o menos, tal ves) había arte en el lugar, en las personas y en las cosas. Era, literalmente, un cuento de hadas...
Hubo dos personas que hicieron de este lugar algo mágico. El primero fue Tony (Tonino) a quien conocí gracias a mi Champignon (siempre al rescate... SIEMPRE) y eso ya era garantía, al menos para mí, de que el chico en cuestión me iba a caer bien.



Fue la referencia y la primer cara conocida que vi en el lugar (también la primer cara que me hablaba en español) Tony desde el primer momento fue un ángel que me llevaba y me traía, me lo explicaba TODO y tenía la paciencia de esperarme y llevarme de compras a donde yo quisiera (sí, el hombre perfecto sin "peros") Tony, incluso me llevó a su pueblo: BRUINO, me presentó a sus padres y hermana, me invitó a cenar con su familia, LOGRÓ QUE YO COMIERA CHÍCHAROS (y que me gustaran) y compartió conmigo algo MUY importante en su vida... nada más y nada menos que a CHUCK NORRIS (aún ahora me siento verdaderamente muy alagada)



Hubo un momento en el que yo ya estaba tan acostumbrada a su presencia y a sus bromas que, cuando fue el turno para Tony de dejar Turín (por su trabajo) ya era muy tarde y yo me había encariñado con este chico al que ni siquiera conocía 7 días antes... ahora pensaba "¿qué voy a hacer sin Tony?" Descubrí en este hombre a una persona maravillosa y él no sabe hasta qué grado me ayudó a cumplir un sueño tan grande. Por eso ahora, para mí, Torino y Tonino son casi sinónimos y estoy feliz de haberlos conocido a ambos porque los dos son tan inolvidables como fáciles de querer.



La otra persona MARAVILLOSA que entró en mi vida es la hermana Victoria, quien estaba a cargo de la casa de huéspedes en la que me quedé mientras estuve en Turín. El click con ella fue inmediato y, si Tony era mi ángel y mi guía, la madre Victoria era la voz de mi conciencia. Un verdadero sol que me decía: "lo que tu necesitas Renée querida es comer bien... y mucho, mucho sol" JAJAJA! Al principio me daba mucha risa pero un día noté que tenía mucha razón... (no tanto en lo que se refiere a los sagrados alimentos) más bien al sol. Entendí que la hermana se refería a la luz y Turín tenía toda la que a mi me hacía tanta falta.
También encontré una nueva pasión: CAMINAR. No sé a ciencia cierta cuánto era lo que caminaba y lo que lloraba cada día. Sentía mucha felicidad, mucha paz y las lágrimas eran la forma de expresar ambos sentimientos... me di cuenta de que caminar me daba la oportunidad de conocer Turín pero sobre todo de pensar.
Es muy curioso cómo, algunas veces, hay que ir tan lejos para encontrar a esa gente pero también para encontrarnos a nosotros mismos y saber lo que queremos... escuchar nuestros pensamientos. Turín es eso para mí, el lugar en el que encontré algo que me hacía mucha falta, pude escuchar y tocar esos pensamientos... pero sobre todo, sentirme muy feliz.