¿Qué más puedo decir yo, cuando el Sr. Jaime Sabines lo ha dicho TODO?
Solo que esta es una más del millón de cosas que no entiendo y, para mí, es como ir a un funeral... con un callo en el pie.
Digo que no puede decirse amor.
El amor se come como un pan,
se muerde como un labio,
se bebe como un manantial.
El amor se llora como a un muerto,
se goza como un disfraz.
El amor duele como un callo,
aturde como un panal,
y es sabroso como la uva de cera
y como la vida es mortal.
El amor no se dice con nada,
ni con palabras, ni con callar.
Trata de decirlo el aire
y lo está ensayando el mar.
Pero el amante lo tiene prendido,
untando en la sangre lunar,
y el amor es igual que una brasa
y una espiga de sal.
La mano de un manco lo puede tocar,
la lengua de un mudo,
los ojos de un ciego, decir y mirar.
El amor no tiene remedio y solo quiere jugar.
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