No sé en qué momento empezamos a desviar la conversación (hecho recurrente en casi TODAS las conversaciones que llegamos a tener Champ y yo) el caso es que ella tenía en mente comprar unas pinzas para depilar... solo que olvidó decírmelo y, al omitirlo, nuestra plática fue algo más o menos así:
Champ: Güey, necesito que me acompañes a Wall Mart porfa.
Yo: Claro Champo, y a qué vamos?
Champ: Es que no sabes, mañana tengo una fiesta súper importante, algo del trabajo y quiero llevar un vestido pero súper pirujo...
Yo: No pues, si vamos a Wall Mart SEGURO que sí vamos a encontrar el vestido súper pirujo... por donde la veas!!
Ay Champo querido, qué voy a hacer cuando te vayas? Las salidas a cenar, serán SÓLO salidas a cenar.
1 comentario:
Mi queridísimo Champiñón, además de que me harás quedar con esta entrada como una depravada autista tengo que decirte ue hoy me reí como hace mucho no lo hacía.
Te voy a extrañar demasiado... con todo y tus huesos de aguacate.
Publicar un comentario