viernes, 28 de septiembre de 2007

mordida, mordida, mordida...

No, esta entrada YA NO TIENE QUE VER CON MI CUMPLEAÑOS, ni con el correspondiente pastel (aunque a mí, sí que me hace mucha ilusión) Más bien, el asunto de la mordida tiene que ver con algo que recordé hoy mientras circulaba por Paseo de la Reforma, a la altura de la desviación a Bosques de las Lomas, que es donde se encuentra el consultorio de mi dentista.

Resulta que hace dos años yo entré a trabajar a Pepsi Cola de México, cuyas oficinas se encuentran en Santa Fe. El horario era de 8 de la mañana a 6 de la tarde pero los viernes salíamos temprano (a las 3 de la tarde) y era en estos días que yo procuraba hacer la cita con el dentista a las 4:30 ó 5 (por mera logística) ya que Bosques de Duraznos me quedaba a un paso y de camino podía comer en Burger Factory (que TAMBIÉN estaba casualmente en mi camino) una maravillosa hamburguesa crispy y ya después me íba a mi revisión de ortodoncia quincenal.

Los viernes también era el día que llegaba "el producto Pepsi" es decir, los refrescos. Nosotros, como empleados de Pepsi, teníamos el beneficio de comprar dicho producto a un precio más bajo del que se encuentra en el mercado y mi madre (la Pachola) se daba vuelo y hacía su pedido semanal. Entonces, los viernes mi coche íba especialmente cargado con Mirindas, 7 Up's, Manzanitas Sol y Power Punch de TODOS los sabores (uva, guayaba, mandarina y fresa... qué tal, eh?) A veces eran TANTOS que no sólo íban en la cajuela sino en el asiento de atrás, en el del co-piloto y por todos lados.

Pues cierto viernes, yo íba más en la luna que de costumbre y me olvidé de la salida a "Bosques..." PERO recordé que más adelante había una desviación a Paseo de las Palmas y pensé que era perfecto porque AHÍ podía darme vuelta en "U" y no habría mayor problema.
Me formé en dicha desviación (perfecto...) no había disco de vuelta prohibida (perfecto!!) faltaban aún 10 minutos para la cita, el tránsito fluía, y la luz del semáforo cambió al color verde (PERFECTO!!!) y entonces, ahí, JUSTO después de dar la vuelta y frente a mis narices estaba un disco de "vuelta en U prohibida" y el respectivo poli debajo del disco ya estaba haciéndome OBVIAMENTE la señal para que me orillara, pitando su silbatito y bueno... la conversación fue algo así:

Poli- Pues, qué no vio que la vuelta está prohibida güerita?? Ahí 'sta viendo el disco!!!

Yo- Mire oficial, si lo hubiera visto antes de dar la vuelta le aseguro que NO ME LA DOY, no??

Poli- De veras... por qué hacen esto, si está prohibido?

Yo- Ya le dije, porque el señalamiento está DESPUÉS de dar la vuelta, cómo íba yo a adivinar Oficial??

Poli- Ay güerita (hizo un breve silencio para reflexionar ) tiene usté razón... pero mire, ahí 'sta mi comandante... le voy a tener que levantar su infracción... (aquí como que ya empecé a notar cierta simpatía hacia mí por parte del "oficial", él no quería levantarme la infracción, no?? Después de todo yo era humana y tenía todo el derecho de cometer un error y más aún cuando la prohibición no estaba a la vista, era clarísimo... el poli estaba de MI lado!!! pero por ahí andaba su mero comandante, cómo íba a hacerse de la vista gorda y dejar pasar esto por alto, no? La policía siempre vigila...)

Yo- Adelante oficial...

Poli- A ver mire, va a tener que proporcionarme (¡¡qué tal con el verbo del poli!!!) su tarjeta de circulación y su licencia...

Yo- Cómo no oficial... aquí tiene.

Poli- Perdóneme, pero es lo que procede güerita (¿no es genial? hasta pena empezó a sentir pero él SÓLO hacía su trabajo y yo NUNCA sugeriría una mordida... incorruptible ante todo)

Yo- Lo entiendo perfecto oficial, adelante...

Y en eso, como en cámara lenta, el oficial sacó su lapicito mordido sin goma, lo apoyó con un diestro ademán en su libretita de infracciones y mientras empezaba a escribir la inicial de mi nombre con energía y vigor yo pude escuchar un "crack" mientras veía como la punta (ya chata del lápiz) rodaba cuesta abajo por dicha libreta dejando una "R" a medio hacer... bueno, era de risa loca.

Poli- Híjole... se me rompió... (y miraba la "R" y me miraba a mí entre desconsolado y al borde del llanto)

Yo- Uy pues...

Poli- Usté...¿¿ no "trairá" un sacapuntas güerita??

Yo- No oficial (...tratando de contener la risa)

Poli- O mire, aunque sea présteme una pluma... (¡¡¡claro oficial!!! Déjeme resolver el problema de cómo le hacemos para que me levante la infracción a como dé lugar, no??)

Yo- Ay oficial, no tengo una a la mano...

Poli- Mire, usté me cayó bien... (¿checan? a pesar de que yo no traía una pluma el oficial y yo ya eramos uña y mugre) así que voy a dejar que se vaya...

Yo- Pues muchas gracias oficial... (se ve que la policia también tiene corazón...)

Poli- A'i no'más deme pa'l refresco...

Yo- A ver oficial... nada más dígame de cuál quiere. Mire, yo aquí traigo de uva, de guayaba, de naranja, de fresa... mire, escoja!!!

(En este punto la cara de sorpresa del oficial ya era indescriptible y bueno, qué decir del color que tenía... era algo así entre rojo y violeta.)

Poli- ¿Sabe qué? Mejor ya váyase... y ya no se dé la vuelta por aquí (yo sentí que aquí algo se rompía entre él y yo, fue muy triste)

Yo- Pues gracias oficial, hasta luego...


Cuando paso por ahí me dan ganas, no sé... de buscar al poli y agradecerle el "gesto" con un sacapuntas u ofrecerle la bebida que no aceptó en ese entonces (por ética, quiero suponer) pero dos años después ya cambiaron el letrero de la vuelta prohibida. El poli ya no está y bueno, la prohibición AHORA sí es más que evidente.




1 comentario:

María Giuseppina dijo...

Me parece un gran post, pero sigo enojada.