Sé que mi lista podría ser interminable (éste es APENAS el segundo capítulo de una serie MUY larga) pero conforme vayan apareciendo esas cosas con las que no puedo vivir, aunque lo intento, tendré que ir agregándolas. Siento que es como... terapéutico.
Aquí van algunas más:
La Orilla del Pan- Así de sencillo, no me gusta comerme un pan francés, un sanwich ni NADA que tenga orilla: pan blanco, integral, de centeno... no importa, la orilla no me gusta y si no quieren que me enoje, no me den pan con orilla nunca por favor. Hay "límites" que puedo sobrellevar, el del pan NO.
Los que meten su cuchara sin invitación- No, no es una metáfora, es literal. No me gusta que la gente meta su cuchara (o tenedor) en mi plato o tazón sin consultarme. Y al respecto, tengo una pequeña historia de esas cuyo final no es feliz.
Un día, jugando billar en el Dave & Buster's, alguien me dijo: "que rica se ve tu malteada", acto seguido SE ATREVIÓ a introducir el popote de mi maravilloso y espumoso batido en su horrible boca!!! ...bueno, después de ver mi cara de asco, sólo atinó a decirme: "ay, es que sólo la quería probar..." ¿¡¿¡PERO CÓMO TE ATREVES?!?! Qué tal que padezco del Síndrome de Sotos o mielomeningocele y estoy en plena etapa de contagio??? Y tú, fresca como un rábano, te contagias por culpa de tus incontrolables antojos ADEMAS de que desatas mi furia y CASI provocas que me vomite!!!
Obviamente, el día que me "bajaron" la malteada no dije nada de lo anterior (aunque ganas no me faltaron) sólo lo pensé, porque eso sí, ANTE TODO...soy una dama.
Los parlanchines de cine- Tanto la gente que habla en el cine, como la que cuenta el final de la película tienen TACHE en mi lista. Está bien hacer un comentario que tenga que ver con la película, no lo objeto... pero ese murmullo, ese DESAGRADABLE cuchicheo DURANTE la película, no me gusta y no me gusta.
También odio a los que llegan diciendo: "tienes que ver Titanic, está buenísima... lástima que al final se hunda el barco..." (aunque es EVIDENTE y tonto, el anterior es un mero ejemplo ya que no deseo estroperle a nadie el final de alguna película que quiera ver)
¡¡¡PUES NO!!! ¡¡¡Ya no quiero ver tu recomendación, maldita sea!!! AMO el séptimo arte (así, LO AMO) pero no quiero saber ningún detalle y MENOS conocer el final de la película.
Ya sea "La Dolce Vita" de Federico Fellini o "El Santo contra las Momias de Guanajuato" de Federico Curiel ...dejen que la película sea la que me sorprenda, creo que no es mucho pedir.
Los dueños de la pista- Aquellas personas que al ir manejando se creen dueñas de la calle, de la avenida o lo que sea y NI POR EQUIVOCACIÓN le permiten a ser vivo alguno entrar a SU carril (porque es suyo, caramba!!) Con los hombres, parece que de eso dependiera su hombría... NADA MÁS QUIERO PASAR SEÑOR, POR DIOS!! Y las mujeres, bueno. . . ¡¡¡luego por qué tenemos la fama que tenemos!!! Parece que están en la luna y que a la primera de cambios aceleran el coche... esté quien esté frente a ellas. A veces siento que está de más poner la direccional, otras, que resulta contraproducente.
El unicel que rechina- Este es muy fácil, no me gusta el sonido de dos trozos de unicel que se frotan, chocan contra una caja de cartón o hacen cualquier otra cosa que provoque ese desagradable sonido que hace que se me paren todos los pelos del cuerpo (ni siquiera adjuntaré imagen alguna que refleje TAN espantoso acto porque ya siento que se me enchina el cuero...)
Bueno, no son muchas, ni muy difíciles de entender... de cualquier forma, se aceptan sugerencias.
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