Es un pájaro, es un avión... ES EL MÍSTICO!!!

¡¡¡Mátalo Místico!!! Esta y otras frases más explícitas eran las que salían de la boca de los técnicos y retumbaban en la Arena México cuando Dr. Wagner (rudo) y Místico (técnico) se enfrentaron cara a cara hoy, 13 de Julio del 2007.


A decir verdad, este fue el primer encuentro de lucha libre al que asistí y realmente lo disfruté al máximo... y POR SUPUESTO que lo volvería a hacer. Grité una serie de improperios que NADIE escuchó (afortunadamente) porque mis gritos se confundían con los del resto de la gente ENARDECIDA a más no poder.


Esta experiencia fue algo completamente diferente a cualquier cosa que yo haya vivido, no es como ir a un concierto y gritarle a Bono de U2... o ya en su defecto a Juan Gabriel, oh no CLARO QUE NO!!! Esto de verdad hace que una persona "normal" se convierta totalmente, vaya que se transforme en algo más que un fan: hombres, mujeres y niños que, como resultado de la adrenalina, las luces y del anonimato que da el ser una voz más entre aquella masa de gente, más que gritos emanaban auténticos alaridos.


Muchas personas me decían: "las luchas están arregladas, son coreografías, los luchadores están actuando" ...puede ser, TODO es muy espectacular y sé que es parte del show. Pues, si están arregladas es cosa aparte porque cuando los luchadores vuelan por el aire y caen en cámara lenta sobre otro luchador fuera del ring NO PARECE COREOGRAFÍA... es más, de hecho creo que tiene algo de arte (y MUCHO de valor) el hecho de subirse a la tercera cuerda y lanzarse al vacío, por preparada que esté la caída o por blandita que sea la lona del ring.


A quien nunca haya asistido a esta recién descubierta aventura (al menos para mí) se la recomiendo de todo corazón, es verdaderamente desestresante gritarle cualquier cosa al oponente con un vaso de cerveza en la mano y en compañía de buenos amigos SOBRE TODO YO, que tuve el honor de ser escoltada por parte del equipo Pepsi, no importaba tanto si eramos rudos o técnicos... también creo que el resultado final no importó tanto, descubrí que la lucha libre es de esos pocos casos en los que, lo que más se difruta es el trayecto y no la meta.


Así que, con todo y todo ¡¡¡VIVA LA LUCHA LIBRE!!!


Ya dije...

P. S. Hago una mención especial para el Sr. Místico Guevara, más que por petición expresa, por haber encontrado en él eco PERFECTO para la serie de gritos que ese día afloraron de quien escribe estas líneas, es decir, la ahora rebautizada "Lady Apache"