miércoles, 20 de junio de 2007

Torino & Tonino






Pues el día llegó: el sueño se cumplió, brinqué el charco... y llegué a Torino!!!
La verdad fue un viaje muy pensado y muy peleado entre otras cosas pero, también, fue algo de lo que no me hice muchas ideas en la cabeza y no llevaba un itinerario porque quería que tanto el lugar como los sucesos me sorprendieran y las expectativas en cuanto a esto se cumplieron, superaron cualquier buen augurio que yo haya recibido antes de subirme al avión.



No puedo describir lo que es Turín porque solo le restaría mérito a la gente, al aire, al río y al sol.
Solo puedo decir que cada veinte pasos (o menos, tal ves) había arte en el lugar, en las personas y en las cosas. Era, literalmente, un cuento de hadas...
Hubo dos personas que hicieron de este lugar algo mágico. El primero fue Tony (Tonino) a quien conocí gracias a mi Champignon (siempre al rescate... SIEMPRE) y eso ya era garantía, al menos para mí, de que el chico en cuestión me iba a caer bien.



Fue la referencia y la primer cara conocida que vi en el lugar (también la primer cara que me hablaba en español) Tony desde el primer momento fue un ángel que me llevaba y me traía, me lo explicaba TODO y tenía la paciencia de esperarme y llevarme de compras a donde yo quisiera (sí, el hombre perfecto sin "peros") Tony, incluso me llevó a su pueblo: BRUINO, me presentó a sus padres y hermana, me invitó a cenar con su familia, LOGRÓ QUE YO COMIERA CHÍCHAROS (y que me gustaran) y compartió conmigo algo MUY importante en su vida... nada más y nada menos que a CHUCK NORRIS (aún ahora me siento verdaderamente muy alagada)



Hubo un momento en el que yo ya estaba tan acostumbrada a su presencia y a sus bromas que, cuando fue el turno para Tony de dejar Turín (por su trabajo) ya era muy tarde y yo me había encariñado con este chico al que ni siquiera conocía 7 días antes... ahora pensaba "¿qué voy a hacer sin Tony?" Descubrí en este hombre a una persona maravillosa y él no sabe hasta qué grado me ayudó a cumplir un sueño tan grande. Por eso ahora, para mí, Torino y Tonino son casi sinónimos y estoy feliz de haberlos conocido a ambos porque los dos son tan inolvidables como fáciles de querer.



La otra persona MARAVILLOSA que entró en mi vida es la hermana Victoria, quien estaba a cargo de la casa de huéspedes en la que me quedé mientras estuve en Turín. El click con ella fue inmediato y, si Tony era mi ángel y mi guía, la madre Victoria era la voz de mi conciencia. Un verdadero sol que me decía: "lo que tu necesitas Renée querida es comer bien... y mucho, mucho sol" JAJAJA! Al principio me daba mucha risa pero un día noté que tenía mucha razón... (no tanto en lo que se refiere a los sagrados alimentos) más bien al sol. Entendí que la hermana se refería a la luz y Turín tenía toda la que a mi me hacía tanta falta.
También encontré una nueva pasión: CAMINAR. No sé a ciencia cierta cuánto era lo que caminaba y lo que lloraba cada día. Sentía mucha felicidad, mucha paz y las lágrimas eran la forma de expresar ambos sentimientos... me di cuenta de que caminar me daba la oportunidad de conocer Turín pero sobre todo de pensar.
Es muy curioso cómo, algunas veces, hay que ir tan lejos para encontrar a esa gente pero también para encontrarnos a nosotros mismos y saber lo que queremos... escuchar nuestros pensamientos. Turín es eso para mí, el lugar en el que encontré algo que me hacía mucha falta, pude escuchar y tocar esos pensamientos... pero sobre todo, sentirme muy feliz.


1 comentario:

María Giuseppina dijo...

Mucho Tonino, mucho Tonino... y el champiñón plantado, cual vil champiñón (valga la redundancia) esperándote en Madrid... ingrata