"...somos herederos
de un modelo de pasión
de un modelo de pasión
en el que amamos
la dificultad y el sufrimiento,
la dificultad y el sufrimiento,
en el que,
el auténtico amor,
el auténtico amor,
es sólo
aquél frustrado amor.
Y es que la pasión,
como el amor,
tiene que ver con los tiempos
y con los espacios.
Y como el amor,
también tiene
sus edades,
también tiene
sus edades,
sus estaturas,
sus dimensiones
y sus alcances...
siempre permanentes.
En las sociedades actuales,
En las sociedades actuales,
cuya característica principal
es el individualismo,
existe una necesidad...
una urgencia del otro
pero, además
y sobre todo,
y sobre todo,
una necesidad
y una urgencia de amar.
Porque,
si nos entregamos a la pasión
si nos entregamos a la pasión
si nos dejamos arrebatar
por ese loco amor,
podemos evadir
esa asfixiante individualidad;
desafiar la condena
de nuestra solitaria muerte.
Porque,
con la pasión,
con la pasión,
en esos instantes de luz
somos
y nos hacemos
eternos,
únicos,
e inmortales..."
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