"¡...pero a mí sí!"

Ya en otra entrada había contado de mi alumnita "Campanita", el nombre le queda como anillo al dedo porque se parece físicamente y, además, porque es fuera de este mundo. Es mucho más lista de lo que mucha gente piensa y más que gracia, tiene un sarcasmo muy especial.

Pues el miércoles mi Campanita no era la misma, cuando llegué, tenía los ojos muy rojos y algunas lágrimas rezagadas por ahí...

Yo- Campanita, qué tienes??
Campanita- No quiero hablar de eso...

(nos sentamos a la mesa y Campanita empezó a llorar)

Yo- Corazón, no llores...
Campanita- Es que hoy mi perra amaneció muy mal, la llevamos al veterinario y la tuvieron que "dormir" porque estaba muy malita y mamá dijo que iba a sufrir mucho
Yo- Ay, tu perrita... yo creo corazón que, si ella iba a sufrir, era lo mejor. El Doctor lo hizo para que ya no se pusiera más malita. Además, si la durmió con una inyección, a ella no lo dolió.
Campanita- Claro, a ella no Miss... pero a mí sí...


Suena muy cursi si digo que se aprende mucho de los niños, no sé... suena como a cliché. Pero en este caso es verdad, está niña dice cosas que resultan ser demasiado para mí y, sin embargo, ella lo tiene todo muy claro. Tenía que llegar este duende de 7 años para explicármelo y que yo entienda que hay cosas que (aunque parezcan ser lo mejor) nos duelen y nos calan hasta el tuétano.

Sea por Dios...

P.S. Esta foto fue previamente autorizada para publicación por los interventores "Tickle Monkey" y McCoy, eruditos en este tema... yo luego, no quiero reclamaciones.

Y ya dije!!