sábado, 17 de septiembre de 2011

@ the gym

En Diciembre del año pasado mi súper guapo y yo nos metimos a un gym (propuesta absoluta de él que yo seguí porque era algo nuevo y divertido que ahora íbamos a compartir). La verdad es que sí es divertido... aunque al principio es MUUUUUUUUUUUUUUUUUUY pesado y duele hasta el pelo. Pero como decía mi abuelita: "comer y rascar, todo es empezar" y aunque da mucha flojera y duele todo, cuando te acostumbras, ya no está tan mal.


Después de unos meses de hacerse a la idea (y acostumbrarse al dolor) se va haciendo una necesidad (y no porque el cuerpo empiece a cambiar y yo hoy ya tenga ya los brazos del Gobernator) sino porque muchas cosas en el cuerpo se van acomodando y muchas funciones se empiezan a regular. Sudo como borracho, tengo más hambre, respiro mejor y yo qué sé, también me siento mejor. Es un momento del día para mí en el que puedo pensar, disfrutar y arreglar el mundo (al menos en mi cabeza)


Aunque, a veces, también es muy divertido ver lo que sucede alrededor. Hay de todo como en botica y ver la variedad que se presenta ahí cada día es de las cosas más divertidas que hay.
Están los que se AMAN, así: en mayúsculas. Hombres que van siempre con ropa que trae la marca en letras bien grandes y mientras hacen ejercicio se miran en el espejo y no miran a nadie más, sólo a ellos mismos y lo grandes que son sus músculos (bueno, de vez en cuando voltean a ver si hay alguien que los esté mirando). Del lado de las mujeres están las que SIEMPRE van en leotardo y combinan el color de la gorra y los tenis (obvio van maquilladas y peinadas como de salón) algunas están todos los días ahí y religiosamente hacen 45 minutos de cardio, "jalan", se meten una hora al spinning, brincan la cuerda, llevan una bolsita resellable con su snack (un apio con sal) y al final bajan a los vestidores a ponerse de nuevo el traje sastre. Bueno, hay otras que no hacen gran cosa porque se sacaron el premio gordo en la rifa genética y la verdad es que no lo necesitan pero les gusta ir y que las miren.

Algunos (hombres o mujeres) van a platicar, a hacer amigos o a ligar y se la pasan en amena charla con los instructores, con las niñas de recepción, con la gente de intendencia o con quien se deje. Platican y platican mientras van de un aparato a otro y cuando ya es hora, se meten a bañar y salen muy apurados del lugar (eso sí, también muy acompañados porque le dan aventón a medio gym)
Está el grupo de los que van (ejem... vamos) de forma intermitente y, claro, generalmente salen adoloridos y les cuesta porque van un día sí y cuatro no... quieren desquitar los días que faltaron y salen del lugar cuando les apagan la luz (estos sí van con pants un tanto gastados, camiseta promocional de "comex" o de "carrera 5 kms. Jumex" y no tendrán mucho estilo a la hora de escoger su outfit pero eso sí, tienen toda la actitud)

Y mi grupo favorito... ¡¡los gorditos!! Esos que llevan banda en la frente para el sudor, gatorade casi congelado, tenis con tecnología cámara de aire y están HORAS en las bicicletas. A veces no los veo salir del lugar, pero luego me los encuentro en los tacos del naranjito, que están en la esquina del gimnasio.


Es un hecho que en la variedad está el gusto. Así que a continuación dejo una foto de "la nueva yo", ahora que me ejercito de manera regular y soy la rana más saludable del mundo ;)