Sé que no había escrito en un rato y es que había algo que me ocupaba la mente (sí, otra cosa ADEMÁS del pan con mermelada) y era cerrar un círculo e ir a Turín.
No es yo que piense mucho las cosas... es que las pienso demasiado y las vuelvo a pensar y les doy un millón de vueltas en la cabeza. Pero también estoy acostumbrada a vivir los sueños, NO A RONCARLOS.
Para mi no es normal decir: "imagínate si..." porque, si yo me lo imagino, es solo cuestión de tiempo...
Pues eso, que hoy POR FIN (y después de semanas de visitar muchas MUCHÍSIMAS agencias, aerolíneas y buscar vuelos por internet) el sueño se hace realidad, nuevamente.
La verdad es que no sé qué esperar de este viaje y creo que así es mejor, me tiene muy nerviosa pero también muy emocionada y espero que este último sentimiento sea el que prevalezca durante el viaje.
Regreso a lugares conocidos (con gente conocida) y también a lugares nuevos de los que he leido tanto y tanto, y sin embargo sé que van a superar las espectativas.
Se siente raro saber que dentro de nada voy a ser parte de esos lugares y habrá gente nueva en el camino. Es como si supiera que me van a agregar a un cuadro de Monet, alguno que haya visto un millón de veces y esa conciencia de saber que estaré dentro del cuadro me produce ansiedad, mucha ansiedad...